A comienzos de 2020, cuando la pandemia de la COVID-19 aún no había alcanzado a Uruguay, un fenómeno más conocido de la órbita energética comenzaba a ser palpable. Las sequías suelen acontecer con frecuencia, en lo que va del siglo XXI durante 2004, 2006, 2008-09 y 2012 se apreció una baja hidraulicidad. Sin embargo, la sequía que afectó a la región en los últimos dos años destaca por su intensidad y extensión.
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